No se si lo había mencionado, pero la sede de Sol Book Box es en Phoenix, AZ, donde vivo yo. Hay muchas cosas que me gustan de Phoenix, pero el verano definitivamente no es una de ellas.

Ahora que estamos sufriendo temperaturas de 110+ grados Farenheit todos los días, ayudar a que mis niñas amen la lectura es super importante para mi porque es algo que podemos hacer adentro ¡con el aire acondicionado a todo lo que da! Y para ustedes que tienen niños grandes, es una gran oportunidad de evitar que se les olvide lo que han aprendido en la escuela y de ayudarles a estar preparados para el próximo año escolar.

Así que ahí les van 5 tips para la lectura de verano:

1. La Tiendita. Una de mis amigas me enseñó este truquito y se me hizo tan brillante. Todos los días en el verano, sus hijos se comprometen a leer por 60 minutos y ella abre una “tiendita” (“The Mom Store” le dice ella) durante esa hora. En realidad la tiendita es solo una colección de dulces, galletas y demás “snacks” que sus hijos pueden comprar con tickets (de esos que se usan en las rifas y así). Los tickets se consiguen leyendo (un ticket = diez páginas leídas).

El caso es que durante la hora de la lectura, sus hijos compran un snack con los tickets que han acumulado y se ponen a leer. La tiendita solo se abre cuando están leyendo, así que también es una buena manera de evitar que sus hijos se la pasen comiendo chucherías todo el día.

2. Comprar una suscripción. En Estados Unidos hay muchas revistas para niños (Sports Illustrated for Kids, National Geographic World, Highlights for Children, etc.) y claro—¡un gran servicio llamado Sol Book Box que trae libros en Español todos los meses! Una suscripción es una buena forma de asegurarse de que siempre tengan algo nuevo e interesante que leer, y el hecho de que les llegue algo padre en el correo es muy emocionante.

3. Amigo por correspondencia. Continuando con el tema del correo, el verano es un tiempo ideal para corresponder por escrito con un amigo. Para los niños, puede ser un amigo que se haya ido de vacaciones o bien un amigo o familiar en otro país (tal vez una buena oportunidad de que escriban y lean en otro idioma). El placer de comprar timbres bonitos y recibir cartas por correo es algo que recuerdo con mucho cariño de mi niñez, cuando mi prima y yo nos escribíamos.

4. Programas de lectura. La mayoría de las bibliotecas tienen programas padrísimos de lectura durante el verano, que motivan a los niños a leer y les dan la oportunidad de ganarse premios. Aquí en Phoenix se que este verano el premio mayor será una membresía para toda la familia al museo de niños, el zoológico o el Arizona Science Center.

5. Ser el ejemplo. Ya se imaginaban que este iba a ser uno de los tips, ¿o no? Es muy difícil que nuestros hijos sientan entusiasmo por algo que nunca nos ven hacer. Así que al igual que sus hijos, cómprense una revista, saquen prestados libros de la biblioteca o visiten una librería y ¡disfruten de la lectura veraniega!